1 de diciembre de 2012
La esencia de Panamá no está en la pollera o la décima, porque éstas después de todo han sido importadas de Valencia y Sevilla, la primera, y de las Islas Canarias, la segunda, en el Reino de España.
Para nosotros lo auténticamente panameño yace en el grito y la saloma, esas expresiones, digámoslo así, del alma de aquellos, el pueblo llano, que en el candil de la bebida del Seco Herrerano, la chicha fermentada o el guarapo de caña, se sueltan y dejan a su corazón tomar las riendas y lo que expresan en su grito o canto les sale de lo más profundo de su ser.
De lejos, si alguien aún no ha tenido la oportunidad de estar allí donde los panameños saloman o gritan, todo les parecería una gritadera y cantar desordenado y sin sentido de un par de borrachos. Pero no es así.
De cerca, es todo lo contrario, la saloma y el grito panameño son electrificantes si nos dejamos llevar por el son de la música etérea del trasfondo universal que nos une a todos, la Sangre de la Tierra, pues todos somos uno y uno somos todos. Y es que el Canto es el lenguaje del Espíritu Eterno, después de la Luz.
En la saloma y el grito del campesino panameño por un breve instante tenemos un reencuentro con el mero principio misterioso de la vida.
Y dado que el hombre pre-hispánico en América, o dondequiera que haya habido humanos, siempre ha tenido un fiel amigo cuadrúpedo al lado, el perro, de tal manera que al final de cada saloma casi siempre está presente una serie de gritos entrecortados, uno seguido del otro, que recuerdan ladridos de perros que persiguen desesperados e incesantemente una presa en el monte.
Desde el punto de vista antropológico sabemos que el hombre siempre ha imitado a la Naturaleza en su vida diaria y en sus tradiciones folklóricas. Consecuentemente, no es de extrañarse que los sonidos de los canes "tinaqueros" en la cacería hayan sido volcados en cantares onomatopéyicos.
Desde el punto de vista antropológico sabemos que el hombre siempre ha imitado a la Naturaleza en su vida diaria y en sus tradiciones folklóricas. Consecuentemente, no es de extrañarse que los sonidos de los canes "tinaqueros" en la cacería hayan sido volcados en cantares onomatopéyicos.
Así pues, aquí en la saloma y el grito pañameno se juntan dos mundos diferentes, el corazón del hombre y el alma del perro tinaquero, dos naciones atrapadas en las garras del tiempo y del espacio.
El humano (Homo sapiens) y el perro (Canis familiaris) han coevolucionado juntos, valga la redundancia, y no se sabe a ciencia cierta si fue el perro, nos inclinamos por esta opción, quien hizo humano a los humanos o fue el hombre quien hizo al perro como humanos.
Cualquiera de las dos son posibilidades que se han realizado en el devenir de la historia de la vida de ambos, pues los dos, el perro y el hombre, son inseparables.
Cualquiera de las dos son posibilidades que se han realizado en el devenir de la historia de la vida de ambos, pues los dos, el perro y el hombre, son inseparables.
Escuchemos un ejemplo y prestad atención al final de la saloma donde escucharéis la transformación del alma de los perros tinaqueros en canto (Video 1):
El precioso perro tinaquero es un tesoro nacional panameño
Hacemos una invitación a todos los panameños para valorar a su perro callejero, el precioso tinaquero, animales que por nuestra propia experiencia son absolutamente fieles.
Sólo nosotros, los que nos enredamos la lengua llamándonos "humanos", como algo fuera de la Naturaleza, en un sentido avallasador y soberbio para pretender alzarnos injustamente sobre toda la creación, somos capaces de abandonar, maltratar, dejar morir de hambre, asesinar y colgar de una cuerda a los perros.
Nuestra vision del Universo para servirnos a nosotros está totalmente errada, más hoy en día cuando hemos sido nosotros los "humanos" quienes hemos contaminado los mares y los ríos y vaciado los bosques, el hogar del resto de nuestros hermanos en la Tierra.
El amor es una preciosa melodía. ¿Por qué no compartirla también con el perrito tinaquero? Sólo la Mano de la Naturaleza puede hacer un perro callejero. ¡Cada célula en su cuerpo es un auténtico milagro!
¿Por qué no amar al Señor Perro Tinaquero siendo que es un Tesoro Nacional Panameño?
Hagamos de la Tierra un mejor lugar para todos. Seamos cada uno de nosotros el cambio.
Te recomendamos visites nuestro blog e-rastrillo donde encontrarás más articulos sobre Panamá y allende.
Dedicatoria
A la memoria de los Perros Tinaqueros que nos acompañaron por los caminos de Panamá. Fueron buenos Maestros con gran paciencia y enorme cariño. Les estamos eternamente agradecidos.
Dedicatoria
A la memoria de los Perros Tinaqueros que nos acompañaron por los caminos de Panamá. Fueron buenos Maestros con gran paciencia y enorme cariño. Les estamos eternamente agradecidos.
Referencias
Garay N. (1999). Tradiciones y Cantares de Panamá. Ensayo Folklórico. Biblioteca de la Nacionalidad, Autoridad del Canal de Panamá, Panamá. 69 p.
Leonard J.A., Wayne R.K., Wheeler J., Valadez R., Guillén S. & Vilá C. (2002). Ancient DNA Evidence for Old World Origin of New World Dogs. Science, 298: 1613-1616.
Leonard J.A., Wayne R.K., Wheeler J., Valadez R., Guillén S. & Vilá C. (2002). Ancient DNA Evidence for Old World Origin of New World Dogs. Science, 298: 1613-1616.
Losey R.J., Bazaliiskii V.I., Garvie-Lok S., Germponpré M., Leonard J.A., Allen AL.L. Karzenberg M.A. & Sablin M.V. (2011). Canids as persons: Early Neolithic dog and wolf burials, Cis-Baikal, Siberia. J. Anthropol. Archaeol., 30 (2): 174-189.
Morey D.F. (2010). Dogs: Domestication and Development of a Social Bond. Cambridge University Press, New York, NY, USA. 380 p.
Olsen S.J. (1985). Origins of the Domestic Dog: Its Fossil Record. University of Arizona Press, Tucson, AZ, USA. 118 p.
Serpell J. (1995). The Domestic Dog: Its Evolution, Behaviour and Interactions with People. Cambridge University Press, Cambridgem UK. 284 p.
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